lunes, 8 de diciembre de 2014

Barro de Medellín

Estos días he leído Barro de Medellín, una novelita de Alfredo Gómez Cerdá publicada por Edelvives. Este libro fue merecedor del XIX Premio Ala Delta en 2008 y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil de 2009.


Camilo y Andrés, dos niños de una barriada de Medellín, son los protagonistas de esta novela. Pasan sus días deambulando por el barrio, conversando, buscando algo de dinero para sus padres alcohólicos... en suma, dirigiendo sus pasos hacia un futuro del que parece no haber escapatoria. Sin embargo la edificación del Parque Biblioteca y el metrocable va a significar más que un cambio en la zona, se trata de una posible puerta para burlar al destino.
El libro está escrito con el magisterio habitual de este autor (que está entre mis favoritos) y nos mete en la historia desde las primeras líneas. Los dos protagonistas parecen estar en un laberinto del que no hay salida, esos callejones, esas tareas al modo de Sísifo (el barro de la pared; la búsqueda acuciante de cada día para conseguir algo de dinero, algo que comer...). Sin embargo en medio de ese mar de corrientes centrípetas emerge una isla, el Parque Biblioteca, una roca que descolla sobre las aguas de los días y permite que los protagonistas del libro lleguen hasta su orilla y queden atrapados en un nuevo laberinto, el de los anaqueles.
Me ha interesado mucho del libro las pequeñas acciones que, como sin querer, van rompiendo la rutina y van reforzando la posibilidad de escapada. Todo, desde mi punto de vista, dentro de la coherencia del lugar y los personajes, y sin que la verosimilitud deje de estar presente en toda la trama.
El final, delicado, sutil, es bien hermoso.
Un libro enjundioso. Una lectura gozosa.
Saludos

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